“No al Bullying” es una frase muy común que escuchamos al comienzo de cada semestre académico. Además, en cada comienzo de clases las primeras planas de los rotativos de nuestro país denuncian las deficiencias del sistema educativo: falta de personal docente, problemas con los comedores escolares o que las escuelas no están preparadas para recibir a los estudiantes. Pero nada se habla sobre si las escuelas están preparadas o tienen algún plan “Anti-bullying”. 

Cuando hablamos de acoso escolar, mejor conocido como “bullying”, nos referimos a la situación de violencia continua, la misma puede ser mental o física, provocada por una persona o por un grupo contra otra persona quien no es capaz de defenderse y usualmente calla y sufre en silencio estos abusos.

Muchas instituciones y personas ignoran dichas acciones ya que son: “cosas de muchachos”. Pero dichas acciones son mas serias de lo que parecen y pueden conllevar tanto acciones civiles como criminales. Entre las situaciones mas comunes de bullying, se encuentran los insultos, burlas, agresiones físicas, amenazas, intimidación, entre otros. Cabe señalar que además de las conductas no deseadas, para que exista bullying debe existir un patrón de dichas conductas negativas. Las mismas se pueden dar tanto físicamente, verbalmente y/o cibernéticamente (cyber bullying o acoso cibernético).

Las instituciones educativas deben tener diseñado un programa preventivo de acoso escolar o “bullying” basado en la cantidad de estudiantes que tengan en su matrícula. Sus maestros deben abordar dichos temas en sus clases y a su vez, la institución educativa debe proveer un Protocolo Anti-bullying.

Es importante que se establezcan sanciones disciplinarias contra la persona agresora y que la mismas sean cónsonas con el reglamento de estudiantes y las leyes de Puerto Rico.

El Código Penal, en los casos de adultos, y la Ley de Menores, en los casos de hostigamiento de menores, regulan un sin número de conductas constitutivas de Bullying como la agresión, amenazas, daños y apropiación Ilegal. No obstante, esto no es prohibición para llevar una acción civil ya sea contra el agresor y/o la institución educativa por daños y perjuicios. Estas pueden llevarse a cabo ya sea por los actos constitutivos de bullying o por la inacción de la institución educativa.

Sin duda, el acoso escolar es uno de los problemas que posee nuestro sistema de educación, y debe ser tratado con efectividad ya que esta afecta la salud mental y física de niños y jóvenes. Puede afectar el desenvolvimiento, desarrollo y desempeño de estos tanto en la esfera académica como en la sico-social. Por esto, hay que proveer a los estudiantes un entorno libre de violencia para que estos se sientan seguros. Y nuestros esfuerzos deben ir dirigidos a detener esta práctica.